La semana que culmina éste sábado 15 de enero del corriente 2022, marcó jornadas con altas temperaturas que inclusive superaron los 40° Celsius, siendo la sensación térmica superior.
Sumado las altas temperaturas y la gran sequía “reinante” en el departamento de Rivera, como en todo el territorio nacional uruguayo, factores que sumados, contribuyeron a otras causas para el origen de incendios de gran magnitud.
El mayor incendio de dicha semana en la ciudad de Rivera tuvo origen en campos ubicados en el kilómetro 7 de ruta Héctor Gutiérrez Ruiz, a escaso 1 kilómetro del aeropuerto internacional de Rivera.
Las altas cortinas de fuego en pocos segundos consumieron todo lo que a su paso estaba, dónde según información brindada por parte del Jefe de Bomberos de Rivera, Víctor Fagúndez, el fuego consumió un total de 103 hectáreas de campo, el cuál no es campo forestado.
Ante este gran siniestro fue necesaria la presencia de otras instituciones que se sumaron a los 20 bomberos de Rivera que trabajaron durante 2 días seguidos para combatir al mismo.
Sumado a personal del Destacamento de Bomberos de Rivera, trabajaron denodadamente más de 80 funcionarios pertenecientes a las empresas forestadoras, también hicieron parte del operativo en combate al incendio personal del Ejército Nacional de Uruguay.
También fue necesaria la utilización de maquinaria de la Intendencia Departamental de Rivera, como así también la utilización de drones pertenecientes a las empresas forestales, con los cuales se identificaban los puntos de mayor concentración de fuego, los que eran mitigados desde el helicóptero que lanzaba sobre ellos 900 litros de agua en cada vuelo realizado.
Referente al origen del incendio, Bomberos de Rievera están realizando la investigación técnica correspondiente para determinar si el mismo se trató de un incendio accidental o intencional.
Junto a este incendio que se observó desde toda la ciudad de Rivera, también se originaron otros siniestros que tuvieron como resultado pérdidas totales, como por ejemplo el ocurrido en una finca ubicada en barrio Insausti, en calle 12 de octubre entre la continuación de Joaquín Suárez y Atilio Paiva, dónde una pareja y sus dos hijos menores de edad, perdieron todo, quedándose solamente con la ropa que en ese momento vestían.
